jueves, 7 de enero de 2010

POR FIN VACACION, VUELVO EN FEBRERO!



Después de una abrumadora jornada academica anual, donde el estrés se ha convertido en el jefe más tirano, lo que más ansiamos es llegar a casa y dejarnos llevar por un sueño profundo, arrojarnos en piscinas con aguas ultra frescas por el calor de nuestros clima. Sin embargo, puede ocurrir que estemos tan cansados que nos sea muy difícil conciliar el sueño o un descando placentero.
El descanso es la fuente vital por excelencia a causa de varias razones. Primero, porque hace que se reparen los tejidos, las encimas se reacumulen y se restaure la energía. En segundo lugar, fortalece el sistema inmunológico, contribuyendo a la protección contra las enfermedades. También ayuda a la curación de las heridas, infecciones, estrés y traumas emocionales. Y, sobre todo, puede prolongar una vida sana y activa.
Lo mejor para dormir mejor es mantener un programa regular de sueño. Este debe ser complementado con ejercicio diario por espacio de ½ a 1 hora, conjuntamente con caminatas, bebiendo agua y respirando lenta y profundamente. Así mismo, es recomendable cenar al menos 4 horas antes de acostarse y tomar baños relajantes. A descansar se ha dicho.
FELICES VACACIONES, A QUIEN PUEDA!

Fuente: Diehl, Hans y Ludington, Aileen. Vida dinámica