Algo que nos caracteriza a los programadores es nuestro cariño por nuestro editor de código. Una vez te acostumbras a uno es como tu almohada: cuesta mucho cambiarla por otra.
Sin embargo debido a la buena crítica de la comunidad, recientemente instalé Sublime Text 2, el que según la opinión es el mejor editor de código del mercado. Tan buenas han sido mis impresiones que he decidido aparcar mi querido Komodo Edit y, como cientos de bloggers antes que yo, le voy a dedicar este artículo.
Ya me has convencido, quiero descargarlo
Si eres de esas personas impulsivas que necesitan pocos motivos para el cambio tal vez ya estás convencido de que Sublime es lo que necesitas para convertirte en el mejor programador del mundo. Puedes descargar Sublime gratis en su página oficial. Aquí tenemos los dos primeros puntos positivos: distribución gratuita (aunque no de licencia gratuita) y compatible con OS X (10.6+), Windows 32 y 64 bits, y Linux 32 y 64 bits.
La versión de evaluación no está limitada en tiempo y el precio no está nada mal: 59?, menos de lo que gasta un fumador medio al mes.
Ya lo he descargado, ¿qué tiene de bueno?
Lo primero que vemos en Sublime Text 2 es una interfaz fea sobria. No tenemos elementos visuales que distraigan, lo que demuestra que no es un juguete: está hecho para trabajar. En mi opinión Sublime tiene el objetivo de aumentar mágicamente la productividad del programador, y esta interfaz inmersiva logra centrarnos en el código. Por supuesto, podemos modificar el tema de colores desde las preferencias, por uno más acorde a nuestros gustos.
Sublime sigue la filosofía de VIM, es decir, el teclado manda y el ratón es un elemento completamente innecesario. Con algo de práctica, no sentirás la necesidad de levantar las manos del teclado para navegar entre las diferentes opciones ni para realizar ningún tipo de acción. Esto no es ser "Old Style", es ser productivos.
Algo increíble de Sublime es la posibilidad de descargar (o crear) plugins que mejoren ciertos aspectos del editor. Mediante estos plugins (llamados packages) podremos usarZen Coding totalmente integrado en el editor, LESS, correctores de sintaxis, trabajar directamente vía FTP o minificar nuestros archivos JS o CSS? Las posibilidades son infinitas y adaptables a nuestro estilo o lenguajes.
Otro apartado que aumenta nuestra productividad es la creación de nuestros propiossnippets o fragmentos de código. En este vídeo de Fluid Web Studio vemos como podemos ahorrarnos mucho tiempo de desarrollo de esta forma:
También podremos situar nuestro cursor en varias líneas a la vez y escribir, borrar o editar todas ellas a la vez, o bien unificar varias líneas usando una simple combinación de teclas.
En resumen
Decir que Sublime Text 2 es el editor definitivo como rezan algunos titulares es exagerado y con pocas miras al futuro, pero sí innova en un campo donde todo parecía inventado. Además reúne lo mejor de otros editores donde no se puede innovar. Personalmente he decidido usar este editor por el tiempo que me ahorra en muchas tareas y porque cuanto más lo uso, a base de plugins, snippets y atajos de teclado aprendidos, más productivo me vuelvo.
Fuente: http://www.antonionavajas.com
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